El papel del sistema fiscal en la lucha contra la desigualdad según Anthony Atkinson

Desigualdad: ¿Qué podemos hacer? La visión transformadora de Atkinson

La desigualdad económica ha sido una constante en la historia de las sociedades humanas, adaptándose a los contextos sociales, políticos y tecnológicos de cada época. En Desigualdad: ¿Qué podemos hacer?, Anthony Atkinson plantea que, aunque la desigualdad ha crecido en las últimas décadas debido a la globalización y otros factores, no es un fenómeno inevitable. Su obra no solo analiza las raíces históricas de esta problemática, sino que también propone soluciones concretas basadas en políticas fiscales progresivas y reformas estructurales.

Para Atkinson, la fiscalidad ha desempeñado históricamente un papel central en la construcción de sociedades más equitativas. En el siglo XX, por ejemplo, el establecimiento de sistemas fiscales progresivos en economías avanzadas contribuyó a reducir significativamente las brechas de ingresos tras la Segunda Guerra Mundial. Inspirándose en estas experiencias, Atkinson sugiere que la fiscalidad progresiva puede ser nuevamente un instrumento clave para frenar las desigualdades contemporáneas.

El autor defiende que los impuestos no son únicamente un medio para financiar al Estado, sino un reflejo de las prioridades éticas de una sociedad. Según su análisis, los recursos obtenidos mediante sistemas progresivos deben destinarse a mejorar servicios públicos esenciales, como la educación, la salud y la seguridad social, que históricamente han sido herramientas eficaces para nivelar el acceso a oportunidades. Además, plantea que la recaudación fiscal debe utilizarse estratégicamente para eliminar barreras estructurales que perpetúan la desigualdad, como la exclusión del mercado laboral o las disparidades en la calidad educativa.

Más allá de los enfoques tradicionales, Atkinson introduce ideas innovadoras, como gravámenes sobre grandes fortunas y una tasa internacional a las transacciones financieras. Estas medidas buscan abordar los desafíos únicos de la economía globalizada, donde la concentración de riqueza y la evasión fiscal han alcanzado niveles sin precedentes. Su propuesta reconoce que la historia económica está marcada por el constante movimiento de capitales, pero subraya que este fenómeno puede ser regulado para garantizar una distribución más equitativa de los beneficios.

Atkinson también explora los retos que enfrentan las propuestas de reforma fiscal. La resistencia a los impuestos, presente desde las primeras sociedades organizadas, ha evolucionado en discursos contemporáneos que priorizan la eficiencia económica sobre la equidad. Por ejemplo, durante el auge neoliberal en las últimas décadas del siglo XX, se promovió la reducción de impuestos a las grandes fortunas y empresas, lo que exacerbó las desigualdades globales.

Sin embargo, el autor argumenta que estos obstáculos no son insuperables. Históricamente, los avances en justicia fiscal han requerido de voluntad política, colaboración internacional y un cambio cultural en la percepción de los impuestos. Atkinson insiste en que los impuestos no deben ser vistos como una carga, sino como una inversión colectiva en el bienestar de la sociedad, una idea que tiene sus raíces en las primeras teorías económicas sobre el contrato social.

La obra de Atkinson no solo ofrece un marco técnico para abordar la desigualdad, sino que también plantea una reflexión ética que resuena en la historia económica: ¿puede una sociedad prosperar si no garantiza un reparto justo de los recursos? En momentos clave, como la Gran Depresión o la posguerra, las reformas fiscales progresivas fueron fundamentales para reconstruir economías devastadas y establecer estados de bienestar que promovieron el crecimiento inclusivo.

Hoy, ante un panorama global marcado por crecientes desigualdades, su pregunta cobra renovada vigencia: ¿estamos dispuestos a adoptar medidas que favorezcan a la mayoría, incluso si ello implica sacrificios para las élites más privilegiadas? En este contexto, un análisis histórico demuestra que los cambios significativos son posibles cuando las sociedades priorizan la equidad sobre los intereses individuales.

Para quienes deseen explorar más sobre este tema, recomiendo el video "Impuestos progresivos con el Dr. Carlos Urzúa" (disponible aquí), que explica de manera clara y accesible cómo los sistemas fiscales progresivos pueden ser herramientas poderosas para reducir la desigualdad.


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